Ricardo Chirinos*, Hever Krüger**, Martín Arévalo&
* Médico Psiquiatra. Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado – Hideyo Noguchi. Profesor de la Universidad Peruana Cayetano Heredia
** Médico Psiquiatra. Hospital Nacional Cayetano Heredia. Profesor de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
& Médico Residente de Psiquiatría. Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado – Hideyo Noguchi. Universidad Peruana Cayetano Heredia.
Publicado en: Enfoques en Neuropsiquiatría 2009; 1(5): 3 – 5.
Paciente varón de 23 años, natural y procedente de Lima, soltero, secundaria incompleta, ayudante de albañilería y pintura, religión católica. El tiempo de enfermedad es de 8 años. Entre los 14 – 15 años el paciente experimenta incremento de su actividad cotidiana ("quería tener muchas cosas y tenía varios trabajos en un día"), pensaba que tenía características que lo hacían superior al resto, ("me creía lo máximo, fuerte, incansable"), tenía planes de ser un gran futbolista y ganar mucho dinero, dormía pocas horas, el deseo sexual se incrementó y se masturbaba con frecuencia; admite que llegó a tocar las caderas de su hermana mientras ésta dormía. Los familiares notaron que el paciente se mostraba más entusiasta de lo usual y hablaba más rápido. Estos cambios en el comportamiento fueron disminuyendo a lo largo de aquel año.
A los 16 años (hace 7 años) empezó a sentirse triste, sin deseos de hacer actividades, no disfrutaba las cosas que hacía, dejó de trabajar, disminuyó el apetito y la concentración. El paciente manifiesta que un día mientras estaba durmiendo sintió "una fuerza sobrenatural" que lo hizo transformar en alguien raro. A partir de ese momento se incrementó la tristeza, lloraba frecuentemente, comenzó a tener pensamientos e imágenes repentinos, intrusos y perturbadores en los cuales "se convertía en homosexual" o mataba a su hermano. Estos pensamientos e imágenes le producían ansiedad. Ante la aparición de estos pensamientos el paciente rezaba y comenzó a ir a misa con regularidad sin obtener el control de estas experiencias, que persistían en su mente la mayor parte del día. Empezó, poco después, a escuchar voces que inicialmente no eran muy nítidas y que le decían que mate a su hermano. Fue llevado al Hospital María Auxiliadora, en donde fue diagnosticado como Esquizofrenia Paranoide e indicando Haloperidol 10 mg/d y luego Risperidona 4 mg/d, experimentando mejoría parcial del ánimo y declinación de la experiencia de escuchar voces; pero, aparecieron síntomas extrapiramidales.
A los 17 años la ideación intrusa se mantenía y apareció la sensación de que sus glúteos y su pecho incrementaban de tamaño y de que presentaba como "cosquillas en el ano". Fue prescrito con Fluoxetina 20 mg/día sin experimentar mayor mejoría. El ánimo continuó decayendo y el deseo sexual disminuyó notablemente. Fue entonces medicado con Zuclopentixol IM 50 mg cada 15 días y luego con Decanoato de Haloperidol, 50 mg cada 30 días, se le agregó Biperideno y se le retiró Fluoxetina. La idea de que se estaba "convirtiendo en homosexual" fue incrementando, tenía imaginaciones en donde se veía a si mismo con los labios pintados y las caderas anchas. El paciente dejó la medicación por aproximadamente 3 meses y "se refugió en su pasión por Dios". El estado anímico empeoró y se agregó ideación suicida, aparecieron otros pensamientos intrusos en los cuales se convertía a sectas religiosas que dominarían el mundo.
A los 18 años, debido a la persistencia de los síntomas decide acudir al Hospital Nacional Cayetano Heredia (HNCH) en donde con una formulación diagnóstica diferente le indicaron Valproato de Sodio 1000 mg/d y Fluoxetina 20 mg/d. Los síntomas depresivos mejoraron y las ideas intrusas tenían un curso fluctuante. Se incrementó progresivamente Fluoxetina hasta 60 mg/d, pero el cumplimiento era malo debido a problemas económicos. Por otro lado, el paciente sentía que sus padres no lo apoyaban económica ni afectivamente y tenía discusiones frecuentes con su madre ("esta enferma de la cabeza, reniega conmigo, no me quiere dar de comer"). Luego comenzó a realizarse cortes en las muñecas y en los antebrazos debido a la frustración que le producían sus síntomas y por las discusiones continuas con sus familiares. Cuando acudió a la consulta refirió "rapidez del pensamiento" y se le disminuyó la dosis de Fluoxetina a 40 mg/d y se le añadió Zuclopentixol en gotas, 3 mg/d. Posteriormente refirió tristeza e ideas de muerte por lo que se vuelve a incrementar la Fluoxetina a 60 mg/d. Con el nuevo esquema terapéutico no vuelve a presentar autoagresión pero comienza a decir que escuchaba voces y sus familiares informaron que hablaba solo cada vez más frecuentemente y se le incrementa el Zuclopentixol hasta 10 mg/d.
En ausencia de mejoría acude a emergencia del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) en donde, con el diagnóstico de Trastorno Obsesivo Compulsivo se le retira el Zuclopentixol, se añade al Valproatro de Sodio y la Fluoxetina 1 mg/d de Risperidona y Clonazepam a 2 mg/d; pero, el paciente no cumple con las indicaciones. A pesar de esto, el paciente refería que las obsesiones habían disminuido un poco, se mostraba preocupado por temas relacionados a la religión, "el origen del mundo, los dinosaurios". La tristeza, anhedonia y la disminución de la libido se mantenían constantes. Luego de 15 días sin tomar medicación, el paciente volvió a acudir a consultorio de psiquiatría del HNCH donde se inicia nuevo esquema terapéutico con Carbonato de Litio 600 mg/d, Fluoxetina 40 mg/d y Clonazepam 1 mg/d. El ánimo mejoró y no había vuelto a agredirse a pesar de que cumplía irregularmente las indicaciones.
A los 19 años refería: "a veces pienso que Dios no es una buena persona", "cuando veo a mi sobrinita agachada me viene la idea que tengo que estar con ella (tener relaciones sexuales)", "siento que mi conciencia mala me esta ganando". Conseguía trabajo de manera eventual, su padre se encontraba enfermo y no tenía mayor apoyo económico para comprar las medicinas. Se fue incrementando progresivamente la dosis de Fluoxetina hasta 80 mg/d y Carbonato de Litio hasta 900 mg/d, se agregaron ideas de referencia secundarias a las obsesiones de contenido sexual: "la gente piensa que soy homosexual". Acudía semanalmente a consultorio externo de psiquiatría del HNCH con una lista de síntomas, la mayor parte de ellos obsesiones de contenido sexual ("idea que un hombre me penetra") y religioso, además de angustia por la falta de deseo sexual y "sensaciones" en los genitales cuando observaba a algún varón. Debido a las sensaciones referidas en la región anal fue evaluado en cirugía donde le diagnosticaron prolapso rectal e indicaron tratamiento quirúrgico "al alta de Psiquiatría".
Hace 3 años (el paciente acababa de cumplir 20 años) se añade ideación suicida con planificación y en una oportunidad fue detenido por un pariente cuando intentaba ahorcarse con una soga. Fue hospitalizado en el INSM y se le medica con Fluoxetina 120 mg/d, Olanzapina 10 mg/d, Clonazepam (4 - 6 mg/d) y Levomepromazina (25 – 50 mg/d) cuando no podía conciliar el sueño. Posteriormente recibe Paroxetina hasta 80 mg/d y Electroconvulsivoterapia (3 veces a la semana) con lo que mejora el ánimo, desaparece la ideación suicida y luego las "sensaciones" en el recto; los síntomas obsesivos eran fluctuantes y a la undécima aplicación de ECT las obsesiones disminuyeron francamente pero presenta confusión, por lo que se disminuye la frecuencia de las aplicaciones.
Después de 2 meses de internamiento se intensifican los síntomas, se incrementan las obsesiones, se torna ansioso: "cuando veo a un varón cambiarse de ropa pienso que me gusta, pero eso no va conmigo". Llegó a solicitar al personal de hospitalización ingresar a un ambiente de aislamiento por ideas de autoagresión constantes. Se había enterado que su madre había sido diagnosticada de cáncer y su hermana había fallecido: "me siento vencido, el diablo ha hecho que sea homosexual, ya no puedo más, maldigo estar aquí, soy maldito". Mencionaba que quería salir de alta para autoeliminarse y volvió a presentar la sensación que "algo penetrante como pene se introduce en mi recto", sentía que su cuerpo cambiaba y comenzaba a rezar.
Se inicia Clozapina (hasta 200 mg/d) y se retira Olanzapina con lo cual experimenta mejoría en todos los aspectos. El paciente solicita su alta al médico tratante porque deseaba ir a trabajar para poder pagar su tratamiento y ayudar a su madre. Luego de 3 ½ meses del ingreso a hospitalización sale de alta habiendo recibido 18 aplicaciones de ECT.
Al alta toma irregularmente la medicación debido a problemas económicos. Regresa a control luego de 20 días del alta con síntomas maniformes, presentando las obsesiones de contenido homosexual en menor intensidad y sin ideación suicida. Se reinicia Clozapina hasta 100 mg/d, se agrega Valproato de Sodio hasta 1500 mg/d. En el control posterior habían desaparecido los síntomas maniformes, pero manifestaba cansancio, somnolencia, sialorrea y enuresis nocturna. Luego de 2 semanas dejó de tomar la medicación y no acudió a sus controles.
Hace aproximadamente 2 ½ años, el paciente regresa a emergencia al INSM refiriendo que había dejado la medicina y había intentado acabar con su vida lanzándose al mar, pero había sido rescatado. La ideación suicida era persistente, así como su preocupación por su tendencia sexual. Se decide su ingreso a hospitalización y se inicia Risperidona 2 mg/d, Clonazepam 4 mg/d, Valproato de Sodio 1500 mg/d y Fluoxetina 20 mg/d. En la hospitalización refiere que las obsesiones eran intensas, presentaba ideas de referencia "la gente piensa que mi cuerpo se está volviendo femenino". Se incrementa Risperidona a 4 mg/d y Clonazepam a 6 mg/d, luego comienza a referir mejoría por unos días "me siento bien recuperado en un 90 – 95%", "cuando vine tenía mucho miedo de los pacientes que hablaban de Dios, mis pensamientos estaban fijos en lo de las sectas religiosas, que serían las que iban a gobernar el mundo". Luego de unos días vuelve a manifestar obsesiones acerca de su tendencia sexual: "son ideas que intento apartarlas de mí", "a veces me gustan estas ideas, pero igual no las acepto". Cuando salía de permiso refería temor al pasar por una iglesia y que se sentía atraído por varones que había visto en la calle pero luego rechaza esa sensación; asimismo manifestó que no hay variación desde el ingreso y tanto el paciente cuanto su madre piden el retiro voluntario.
Al alta continuaba presentando las obsesiones y refería la incomodidad que le ocasionaba la posibilidad de ser homosexual. Con una evolución ondulante consulta en otras instituciones y recibe dosis variables de antipsicóticos primera y segunda generación.
Debido a que no nota mejoría vuelve a acudir a emergencia INSM hace 1 año y 4 meses, prescribiéndole Valproato de Sodio 1500 mg/d y Sertralina hasta 200 mg/d. Ya en tratamiento ambulatorio se le administra Clomipramina hasta 150 mg/d en lugar de Sertralina. Con el nuevo esquema terapéutico disminuyen las obsesiones notablemente, así como la ideación suicida, pero persistía ansioso.
Hace aproximadamente 1 año presenta un nuevo intento suicida con ingestión de 250 tabletas de diferentes medicamentos en relación con síntomas obsesivos. Fue llevado a emergencia del Hospital Maria Auxiliadora, ingresó a la Unidad de Cuidados Intensivos permaneciendo en ventilación mecánica por unos días. Al alta acude al INSM quejándose de aumento de volumen de la región inferior de la espalda y la superior de los glúteos y con dificultad para la erección y se le prescribe Valproato de Sodio 1500 mg/d, Sertralina 150 mg/d, Clonazepam 4 mg/d y Carbonato de Litio 900 mg/d.
Posteriormente acude a emergencia de diferentes instituciones con las mismas manifestaciones y variaciones conocidas alrededor de ellas. En el INSM es hospitalizado durante 3.5 meses y recibe 22 aplicaciones de ECT, además de Clozapina 200 mg/d, Valproato de sodio 1500 mg/d, Clomipramina 125 mg/d y Clonazepam 4 mg/d.
En los controles al alta se encontraba estable anímicamente, las obsesiones aparecían esporádicamente, luego deja la medicación y comienza a tomar productos "naturales" para la disfunción eréctil, decae anímicamente y se le indica reiniciar el tratamiento.
Durante este año la adherencia al tratamiento ha sido irregular, las obsesiones han sido variables, así como el estado de ánimo. No ha vuelto a referir sensación de penetración del recto ni ideación suicida.
Antecedentes de importancia
La madre refiere que su embarazo no fue planificado ni deseado. Durante la gestación tuvo diversos problemas con su pareja. Enuresis nocturna hasta los 8 años. A los 7 años tuvo relaciones sexuales anales con su hermano de 12 años en 5 ocasiones, refiere que al inicio era como un juego, pero luego le fue agradando. A los 8 años intentó introducir su pene a una gata en varias ocasiones. A los 10 años tuvo juegos sexuales con una chica de 10 años sin llegar a la penetración. Diagnóstico de prolapso rectal con indicación de tratamiento quirúrgico. Diagnóstico de asma bronquial en tratamiento con Salbutamol cuando presenta crisis asmáticas.
Antecedentes familiares
Padre (71 años) a los 33 años requirió atención psiquiátrica en el Hospital Víctor Larco Herrera, porque temía que podía morir porque Jesús murió a esa edad.
Madre (48 años) recibe tratamiento psiquiátrico en el Hospital María Auxiliadora. El paciente la describe como muy alterada, voluble, irritable. Tiene diagnóstico de cáncer de ovario.
Hermano mayor por línea materna presentó síntomas depresivos e ideación suicida luego de terminar una relación sentimental por lo que necesitó tratamiento psiquiátrico: "cuando lo abandonó una chica decía me voy a matar".
Tío materno con diagnóstico de esquizofrenia, tratado con Haloperidol en el Hospital Víctor Larco Herrera.
Primo hermano paterno homosexual.
Examen físico (07/2008) PA 100/70. FC 84 x´. FR: 18. Peso 55 Kg. En piel hay perforación en el pabellón auricular, cicatriz en mejilla derecha, flexura de antebrazo izquierdo, en muslo derecho. Resto sin alteraciones. Examen mental Agosto 2009: Vigil, orientado en las tres áreas, adecuado y colaborador con la entrevista, de discurso con lenguaje algo débil de intensidad, bien hilvanado y respuestas invariablemente correspondientes. La afectividad presenta matiz melancólico con resonancia conservada. Sentimientos medianos de tristeza, decaimiento del ánimo y ansiedad flotante. En el pensamiento destacan ideas obsesivas de contenido sexual. Presenta dismorfofobia sensitiva referido a la región anal. La conciencia de enfermedad esta conservada en tanto el paciente solicita ayuda urgente por la intensificación de algunos síntomas. Exámenes auxiliares Dentro de límites normales. |
Discusión
En diferentes estudios se establece la prevalencia del Trastorno Bipolar (TB) en adolescentes: Calto-Setala y col. (2001) reportaron en Helsinki 0.2% de prevalencia mensual para TB I, 0.5% para TB II y 0.2% para TB No Específicado. Witchan y col. (1998) encontraron en Alemania prevalencia de vida de 0.4% tanto para TB I como para TB II. Levinsohn y col. (1995) reportaron una prevalencia de vida de 1% para todo TB. El National Comorbidity Survey en USA (1992-trabajo no publicado) encontró una prevalencia de vida de 1.4% para TB I.
En el estudio de Faraone y col. se encuentra una comorbilidad de Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) de 38% en adolescentes bipolares. Frazier y col. (2001) encuentran 35% de comorbilidad de TOC en una muestra de niños y adolescentes con TB.
Entre el TOC y el Trastorno Dismórfico Corporal (TDC) hay una relación documentada en cuanto a aspectos clínicos, terapéuticos y, aparentemente, genéticos; se comprueba, en el ámbito clínico, la proximidad psicopatológica entre las dos entidades, algunas veces muy pronunciadas y se comprueba también su comorbilidad, que en algunas ocasiones hace muy difícil el deslinde psicopatológico entre ellas.
Diferentes investigadores han planteado que el TDC debe ser conceptualizado como un trastorno del Espectro Obsesivo Compulsivo (Hadley, Newcorn y Hollander, 2002; Neziroglu y Khemlani-Patel, 2003). La relación del TDC y el TOC data del trabajo original de Morselli, quién describió las obsesiones e impulsos que se presentaban en el ahora llamado TDC.
Se puede proponer, en razón a la documentación desarrollada hasta la actualidad, que los trastornos del Espectro Obsesivo Compulsivo incluyen un determinado grado de fenomenología semejante y son mediados por los mismos caminos neurobiológicos. La literatura concurre en el evidente papel que juegan el estriado ventral y los circuitos córtico-estriato-talámico-corticales, que incluyen neuronas con receptores serotoninérgicos y dopaminérgicos, en la psiconeurobiología del espectro.
La comorbilidad compleja que verificamos en el presente caso, que incluye al TB I, TOC, TDC, como síndromes clínicos principales y el pobre cumplimiento terapéutico descrito repetidamente a lo largo de la historia hace comprender, en parte, la ondulación de la respuesta terapéutica y la peregrinación del paciente en búsqueda de ayuda, pero refuerza el criterio fundamental de que un tratamiento apropiado sólo sigue a un diagnóstico apropiado.
A lo discutido por los autores sobre este interesantísimo caso clínico, habría que agregar la impresionante carga genética que presenta ese paciente con una historia familiar cargada de psicopatología diversa; asimismo, es penoso constatar las dificultades que tienen muchos de estos pacientes para adherirse al tratamiento lo que, incluso, los hace más vulnerables al suicidio. Quizás en estos casos, el clínico debe hacer el máximo esfuerzo por mantener el tratamiento farmacológico lo más simple posible, aunque desde ya sabemos que en psiquiatría generalmente la polifarmacia es más la regla que la excepción (AC).
Hola Martín:
ResponderEliminarMeticuloso el caso que has confeccionado, como siempre. Y muy interesante. Felicitaciones.
Empero no me queda claro el término usado en el examen mental: 'dismorfofobia sensitiva'.
Observo que se asume que hay un trastorno dismórfico corporal pero no se explicita con claridad cuáles son los criterios para diagnosticarlo.
Por lo demás, parece escueta la comprensión psicopatológica de este paciente y de su vivencia probablemente homosexual y aparentemente egodistónica. ¿Habrá recibido alguna psicoterapia junto a la pléyade de fármacos o era innecesaria?
Saludos.
Gracias por el comentario. El examen mental del paciente fue realizado por su actual médico tratante. Lo que me comentó es que el paciente tiene percepciones verdaderas en la zona anal, pero les da la connotación descrita en el relato. En base a este hallazgo se propone que hay elementos dismorfofobicos, ahora para hacer el diagnóstico de trastorno dismórfico corporal es difícil decir si las preocupaciones son sólo las obsesiones del TOC o pueden ser preocupaciones relacionadas a la percepción anal. Por ello en este caso se alude a los trastornos del espectro obsesivo compulsivo.
ResponderEliminarEn cuánto a la psicoterapia, el paciente recibía una psicoterapia en un centro cercano a su casa y luego comenzó a ir a psicoterapia cognitivo conductual en el INSM, pero tal como ocurrió con lo fármacos la asistencia fue escasa.
Hola:
ResponderEliminarEscribo como paciente afectado por TAB II y no como profesional. Soy una persona con formación técnica y humanística y un nivel cultural medio-alto, debido a lo cual trato de mantenerme al tanto de las novedades en tratamiento y modelos teóricos por lo que respecta a mi afección, así como de proporcionar y proporcionarme herramientas y conceptos que ayuden en el insight de la enfermedad a toda la comunidad. Con respecto al caso descrito y con toda la humildad pertinente, ¿sería posible estudiar el empleo de dosis bajas de cannabinoides en el paciente en cuestión? Es un conjunto de sustancias no patentadas, de bajo coste comparativo siempre que sea sumisnistradas a través del mercado legal y que han demostrado (no sistemáticamente) eficiencia en la remisión de crisis maniacas, control parcial de la ansiedad, efectos antidepresivos y neuroprotectores (dosificaciones bajas), etc. Personalmete, soy de la opinión de que con una adecuada guía terapéutica pueden ser de utilidad (según perfiles personales) también en terapias de tipo LEAP y otras orientadas a la asunción del trastorno.
A este respecto, quisiera compartir con ustedes la opinión del Prof. Raphael Mechoulam, miembro del equipo responsable de aislar en THC y una de las máximas autoridades en las aplicaciones de cannabinoides en la salud, sobre las posibles aplicaciones de dichos compuestos en el TAB. El extracto referido pertenece a una consulta como particular, pero que creo significativa para el ámbito bipolar en general. Espero que tal vez ustedes puedan hacer buen uso de esta información para beneficio de sus pacientes.
Estimado Sr. Vxxxxxxx Jxxxx:
ResponderEliminarA pesar de que existen investigaciones acerca de la co-ocurrencia del uso de cannabis y el trastorno afectivo bipolar (TAB), no existe nada acerca de potenciales tratamientos con cannabis o constituyentes del mismo. Véase, por ejemplo, Strakowski et al. Efectos de la co-Ocurrencia de trastornos en el uso de Cannabis sobre el Curso del Trastorno Bipolar tras una primera hospitalización por manía. Arch Gen Psychiatry, vol. 64, páginas 57- 64, 2007.
En esta publicación los autores afirman que “El primer grupo de usuarios de cannabis (aquellos que comenzaron su uso antes de ser diagnosticados de TAB) mostraron una mejor recuperación que el resto de grupos, aunque al ajustar las potenciales variables mediadoras estos resultados no persistían. El uso de cannabis estaba asociado con una mayor duración en los episodios afectivos y con una ciclación rápida”. No estoy seguro de que esto sea positivo o negativo. Presumiblemente sea negativo.
Por otro lado se afirma: “(…) el abuso del cannabis puede representar un factor precipitante para una aparición tardía en algunos pacientes que de otro modo podrían haber tenido una vulnerabilidad baja hacia la enfermedad". Como contrapartida, uno podría postular que el abuso del cannabis retrasa la aparición del trastorno bipolar en algunos pacientes, aunque esto es inconsistente con los estudios previos. Esta última afirmación está basada en otra publicación de Strakowski et al., El impacto del abuso de sustancias en el transcurso del trastorno bipolar. Biol. Psychiatry. Vol. 48, páginas 477-485, 2000.
ResponderEliminarHasta ciertos límites, esto se equipara con la visión actual tanto del TAB como de la esquizofrenia, donde se asume que “(…) continuando en la línea de anteriores estudios epidemiológicos, estudios similares recientes indican que el uso frecuente de cannabis duplica el riesgo de padecer síntomas psicóticos y esquizofrenia. Se ha sugerido un posible mecanismo neurológico para la perjudicial influencia del uso de cannabis sobre la esquizofrenia, el cual involucraría la interferencia en la señalización y funcionamiento del sistema endógeno cannabinoide. Aún cuando el número de estudios es todavía limitado en el campo de los desórdenes de ansiedad y afectivos, los resultados preliminares sugieren que estas enfermedades son objetivos realmente interesantes para la investigación relacionada con los cannabinoides. Por tanto, se ha hecho patente que el uso de cannabis no es sólo frecuente en pacientes afectados por TAB, sino que también induce síntomas maníacos en este grupo. Además, se comprueba que un tratamiento anterior con antipsicóticos reduce la densidad numérica de receptores cannabinoides (CB) en las células gliales de pacientes bipolares. A pesar de que los datos de la influencia del cannabis en la depresión mayor son controvertidos, los compuestos cannabinoides pueden suponer una nueva clase de medicación, como sugiere el efectos antidepresivo del ácido graso inhibidor de la amino hidrolasa URB597 en modelos animales. Con numerosas cuestiones aún por responder y resultados contradictorias, se requiere de una mayor investigación para perfilar los hallazgos en este área, que proporciona una diana prometedora para nuevas intervenciones farmacoterapéuticas.” (extraído de una revisión de Leweke).
Pero, aunque muchos psiquiatras creen que el uso intensivo de cannabis puede potenciar la esquizofrenia, existen también publicaciones que han hallado que el THC (el componente psicoactivo de la marihuana) puede de hecho mejorar los síntomas de la esquizofrenia (Schwarcz et al., J Clinical Psychopharmacology, vol. 29, p 255-258, 2009).
Desde mi muy aproximativo punto de vista, dosis bajas de THC pueden tener un efecto positivo, posiblemente tanto en la esquizofrenia como en el TAB, mientras que dosis altas pueden ser perjudiciales.
Saludos
R. Mechoulam
(Raphael Mechoulam es un profesor israelí de Química Medicinal y Productos Naturales en la Universidad Hebrea de Jerusalén, Israel).
Véase http://en.wikipedia.org/wiki/Raphael_Mechoulam .
El autor ha dado su consentimiento para la publicación de este material en foros. Para cualquier otro uso, por favor sean tan amables de contactar con él. Traducción propia.
Un saludo,
Jesús.
buenas tardes no se si este es el lugar adecuado para hacer esta consulta ya que es dificil encontrar espacios para estos planteos , tengo en tratamiento a mi madre por una enfermedad que me dice su medico se llama trastorno de la personalidad, durante un año fue medicada con piportil 25 cada 28 dias,parsidol una vez al dia,litio 2 comprimidos diarios,luego de haber pasado por una internacion durante casi 20 dias en una clinica psiquiatrica.Tengo serios problemas para que tome la medicacion ya que odia los medicamentos y los medicos en general,de hecho su internacion fue contra su voluntad con todo lo que eso implica.En un año solo paso porc estar inestable 2 veces al año en el cambio de estacion queriendo dejar la medicacion en primavera y en otoño ,luego se estabiliza y continua con su vida normal.Al año su medico propone administrale quetiapina 25mg una vez al dia,2 comprimidos diarios de litio y un comprimido diario de diazepam.Esto hace 6 meses,ayer me confiesa que hace 1 mes que no toma la medicacion.Esta muy agresiva e inestable y no se que hacer .Recien puedo hablar con su medico en 20 dias.Cualquier informacion de como lidiar con ella hasta ver al medico,o alguna opinion sobre el tratamiento que pueda luego consultar con su medico sera agadecida. rosita
ResponderEliminarComo mencioné en una respuesta a un comentario similar es poco serio comentar sobre lo que hace otro profesional si uno no ha evaluado personalmente al paciente. En todo caso si desea información sobre la medicación que menciona o grupos de pacientes donde pueda conseguir ayuda preferiría que escriba al correo electrónico.
ResponderEliminarGracias
Tengo un padre anciano, de 85 años, sufrió la pérdida de su pierna derecha en un accidente a los 9 años, después estudió derecho y trabajó como abogado toda su vida sin embargo era sensible a decaimientos, es ansioso y nervioso. Ahora está jubilado y en silla de ruedas, es dócil y tiene buen humor a pesar de que se deprime a veces. También está sufriendo de hipertensión y toma Losartán a diario (recetado) mi preocupación es que debido a que tiene un temblor (lo llaman "esencial" pues no tiene Parkinson) está tomando Biperideno y ahora le han recetado también Fluoxetina y Sertralina, entonces me preocupa que la mezcla de estos 3 componentes pudiera ser peligrosa pues ha empezado a perder un poco la fuerza física, Sé que no es suficiente información pero me interesaría conocer su opinión. Muchas gracias
ResponderEliminarNo hay problema en que una persona de 85 años reciba un antidepresivo, siempre y cuando sea necesario. Me encantaría poder ayudarlo, pero yo no he evaluado a su padre y me excedería opinando sin saber su historia farmacológica y cuáles han sido las circunstancias para escoger cada uno de los fármacos.
ResponderEliminarLo animaría a hablar con su médico para que le explique la razón de cada medicación y las interacciones.
Gracias
Mucho les agradeceré absolverme la siguiente consulta:
ResponderEliminarSe trata de mi hijo quien desde hacia varios años está padeciendo el TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO. Mi hijo es Odontólogo, sin embargo no puede trabajar por la duda intensa que padece, que lo bloquea constantemente.
Los médicos lo han tratado en varias oportunidades y le recetaron medicinas que algunas de ellas le han producido efectos muy desagradables, por lo que mi hijo inconsultamente decidió dejar de tomarlas.
El suscrito y mi esposa somos personas de edad avanzada (jubilados) y tenemos 72 y 70 años respectivamentge, por lo que estamos sumamente preocupados al no tener otra persona que pueda atender a nuestro hijo en el futuro.
Agradeceremos muchísimo informarnos el nombre de un médico que sea especialista en Trastorno Obsesivo Compulsivo.
Nos han informado que adicionalmente a la medicación, es necesaria una Terapia Cognitiva Conductual. Les agradeceremos asimismo informarnos si existe en Lima un lugar donde le pueden hacer este tipo de terapia.
Apreciaremos muy sinceramente vuestra respuesta.
Estimado Sr.
ResponderEliminarEn el Hospital Hermilio Valdizán se encuentra uno de los mejores lugares en cuánto a terapia cognitivo conductual en el país. Es el departamento de modificación del comportamiento (DAMOC). El hospital se encuentra en el Km 3.5 de la Carretera Central.
Estoy realizando una tarea sobre este caso y me impresiona su caso en particular. Es impresionante el caso del muchacho y el historial que posee.
ResponderEliminarGracias por su publicación de este caso en particular.
interesantisimo el caso publicado, con las multiples comorbilidades de diferentes patologias clinicas,de igual forma me favorece en mis investigaciones como estudiante de psicologia clinica, felicitaciones a MARTIN AREVALO y le pedimos continue subiendo y publicando casos similares de suma importancia para la investigacion .que a mi juicio compartido tambien se trataria de TRASTORNO BIPOLAR,TOC,TDC y TAG.
ResponderEliminarLa psiquiatría no es más que una seudociencia al servicio de los grandes laboratorios farmacéuticos internacionales. Lo siento pero así es.
ResponderEliminarLa Psiquiatria, Industria de la Muerte
http://www.youtube.com/watch?v=7WbmywiREZA
Quede muy sorprendida al ver el caso de este paciente,yo estoy viviendo una experienci SIMILAr con mi hijo de 21 años,yo soy de misiones y nos vinimos a guenos aires buscando alguien que nos asesore,ya que la salud publica en este respecto deja todo que desear en esa provincia,el relato del muchacho y la descripcion de la evolucion de su psicisis ,es muy oarecida a la de mi hijo,logre que lo vea un neuro psiquiatra en el hospital posadas,exactamente due eso lo vio lo medico con clonazepan y rispiridona y me lo despacho sin ni si qquiera explicarme que es lo que tiene mi hijo ,un chico que recien empieza su vida y realmente es oscuto el camino que se devela ante el y yo,una de las cosas que lei es alguien que pregunto sobre la necesidad ovia de que un paciente con estas caracteristicas tenga atencion psicologica tambien ,hecho que hasta ahora ninguno de los tres profesionales que lo vieron me han hablado de eso ,en realidad logre que le detecten alguna anomalia despues de un episodio de epilepsia sucedido hace un mes aproximadamente ,hecho que segun me dijeron no tiene nada que ver con sus trastornos de conducta ?bueno agradeceria algun tipo de asesoramiento si alguien se compadece de una madre a la cual se le escapa el futuro de su hijo .gracias y que dios los bendiga
ResponderEliminarhola soy geral y quede muy sorprendida al leer el caso descripto ,yo soy de misiones y estoy ahora en buenos aires con mi hijo de 21 años que mostro trastornos de conductas similares a las descriptas en ese caso ,no tenemos antecedentes de problemas psiquiatricos en la familia ,asi que nos costo mucho darnos cuenta que no eran solamente rebeldia de adolescente,los trastornos de conducta pasaron aser muy visibles,para nosotros los familiares al menos hasta que hace un mes sufrio una convulcion con perdida de conocimiento.la cuestion es que los tres neurologos que lo vieron me han dicho cosas diferentes ,mas lo traje a buenos aires buscando una respuesta y en el hospital posadas lo vio el jefe de neurologia de ahi ,me lo medico con rispiridona y clonazepan y me mando para la casa ,diciendome que la epilepsia que le diagnosticaron no tenia nada que ver con sus trastornos de conducta, tambien me parece coherente,que este tratamiento vaya acompañado con un apoyo psicologico ya que todo esto es realmente durisimo de sobrellevar sin medios economicos ,si alguien me puede asesorarse lo voy agradecer,.
ResponderEliminarMe diagnosticaron a los 12 fobia social y depresión. El tratamiento psicológico individual y familiar; la paroxetina; la contención de mi familia amigos y de mí comunidad me recuperaron. Recai a los veinte, me recetaron lorazepam y a partir de ahí comenzó el deterioro biopsicosocial, el abuso, la adicción. Hoy, después de 10 años logré ¡al fin! dejarlo. Y comencé a recuperar mis capacidades intelectuales, sociales, emocionales.
ResponderEliminar¿Cómo es posible que a un niño de 14 años, en pleno desarrollo, le hayan metido en el cuerpo tanta droga: fluoxetina, clonazepam, litio, olanzapina, levomepromazina, valproato, rispa, electroconvulsivoterapia 22 sesiones en 3 meses; en grandes dosis durante 8 años! ¿Dónde menciona distintas psicoterapias, individual y familiar, grupos de autoayuda, educación para adhesión al tratamiento, contención espiritual (lo que ustedes llaman "obsesión" por ideas religiosas, en realidad es una búsqueda de darle sentido a la experiencia del dolor, a su vida, que sirve como fuente de consuelo); ayuda comunitaria, ayuda del gobierno para poder comprarse los medicamentos y su mamá sea tratada, (se sabe que la vida no es un derecho más bien es un nnegocio) etc.? Si bien ya padecía una enfermedad de base porque es obvio que sufrió en su infancia de abuso sexual y emocional; concluyo que todos esos químicos le terminaron por joder más el cerebro. Si me equivoco por favor corrígame.
Holaa entonces el dignostico cual es
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