"Damos el nombre de actos fallidos a ciertas reacciones frustradas determinadas por complejos, y, en particular, a los actos que parecen impensados como el de arrugar un papel, dejar caer un anillo de esponsales, volcar un vaso, etc., los cuales pueden ocultar a veces, sin embargo, cierta tendencia afectiva, por ejemplo, una antipatía inconfesada por la persona que le regaló el anillo, o algo similar; aunque sería excesivo buscar un complejo importante detrás de cualquier torpeza o descuido ligero. Desde luego, todo está determinado en la vida psíquica, hasta el menor detalle…, pero no siempre por un complejo".
Ernst Kretschmer. Psicología médica. Editorial Labor, 1966
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