Explorando en la biblioteca del INSM, entre los vólumenes más antiguos de la Revista de Neuropsiquiatría encontré algunos artículos que me parecieron interesantes. Uno de ellos es el que transcribo a continuación.
Autor: Henry Ey
Publicado en: Revista de Neuropsiquiatría. Lima, Perú. Junio de 1957. Tomo XX, Nº 2: 129 – 133.
Los clínicos se impresionan con el carácter artificial de las afecciones llamadas neurosis. Con relación a la naturaleza y a la patogenia de este artificio hay que comprender la evolución de este concepto:
1) El artificio de la afección neurótica o neuropática ha sido atribuído en sus comienzos a una propiedad general y patológica del sistema nervioso (de CULLEN a CHARCOT).
2) El artificio ha sido atribuído a la “pura imaginación”. En ese sentido, BERNHEIM, ERB y BABINSKI se opusieron a CHARCOT y a JANET separando radicalmente las afecciones orgánicas del sistema nervioso y las neurosis.
3) El artificio ha sido atribuído a las condiciones “patógenas” del Medio y de la Cultura. La neurosis se ha transformado en el efecto de la sugestión, después en la reacción a una situación existencial presente o pasada, en fin, en el reflejo de la Sociedad y de la Cultura.
4) El artificio, en fin, ha sido atribuído por FREUD y su escuela a la dinámica interna de las imágenes inconscientes.
Todas estas explicaciones y aproximaciones encierran una parte de la realidad, pero ninguna resuelve la neurosis en su totalidad.
Se comprende que ante la inconsistencia de la definición de las neurosis, las clasificaciones de ellas sean casi inutilizables. Basta referirme a las de BRUN o de SCHULTZ por ejemplo, o la de MASSERMANN o de FENICHEL o, todavía peor, a la nomenclatura de la Asociación Psiquiátrica Americana establecida en 1953.
De hecho, según los trabajos, convergentes en este punto, de JANET y de FREUD, hay lugar a distinguir tres grandes tipos de neurosis:
1. Las neurosis de angustia y las fobias.
2. Las neurosis obsesivas.
3. Las neurosis histéricas.
Se han añadido algunas nociones, como la neurosis del carácter (FREUD y REICH) y la neurosis de órgano; pero ellas realizan un doble empleo de los tres tipos fundamentales. No deseo abrir aquí un debate sobre la Medicina Psicosomática. Pero me será permitido decir simplemente que las neurosis de órganos entran o bien en el dominio de las neurosis de conversión histéricas, o bien en el dominio de la Patología Interna, si ésta naturalmente se concibe como debe serlo, es decir como una patología de funciones y de órganos vitales en relación con el hombre en su totalidad.
Si tratamos de contemplar otro problema, el de las relaciones entre neurosis y psicosis, asimismo nos veremos obligados a comprobar que hay mucha obscuridad por disipar.
A los ojos de los clínicos, generalmente los criterios más frecuentemente aceptados sobre la neurosis son:
- la reversibilidad de los trastornos funcionales;
- el predominio de los trastornos afectivos;
- la importancia de la psicogénesis:
- la conciencia de enfermedad;
- la angustia;
- la ausencia de alteración de la realidad.
Los psicoanalistas, por su lado, han insistido, dentro de la estructura de la neurosis, en:
- las defensas excesivas del yo;
- el carácter parcial de la fijación y de la regresión;
- el predominio del conflicto en el interior del yo y no con la realidad;
- el simbolismo de los síntomas y la no satisfacción directa de la libido;
- la problemática de la limitación de la libido y no su retracción como en las psicosis.
Todo esto es naturalmente muy cierto y muy profundo, pero hay que convenir entonces que el foso que se ha pretendido cavar entre la psicosis y las neurosis está por el contrario colmado. No es cuestión de atribuir las neurosis al psicoterapeuta, a sus teorías y a sus prácticas, y abandonar las psicosis al psiquiatra, condenado a sus choques y a su nosografía irrisoria.
Se debe pues, ante estas contradicciones y confusiones de definición y clasificación, revisar profundamente la noción de neurosis o más bien recobrarla en su contenido clínico – empírico y en su fenomenología estructural.
Podemos señalar cuatro aspectos fundamentales de la regresión neurótica:
1) Una neurosis es una enfermedad mental que, sin desorganizar el sistema de la realidad o de la experiencia sensible, altera la persona en el aspecto de su coexistencia afectiva y social. Es pues una enfermedad mental, de un nivel muy elevado, que plantea particularmente el problema diagnóstico y estructural de su distinción con la existencia normal.
2) Una neurosis es una malformación o una desorganización del ser psíquico. A este concepto fundamental responden las nociones de inmadurez o de retardo afectivo, de patología del carácter o desequilibrio, etc.
3) Una neurosis es un malestar existencial que refleja simbólicamente el mundo de fantasmas inconscientes.
4) La neurosis es una forma de existencia patológica que más o menos ha logrado encauzar o enquistar su estructura patológica especial.
Lo que fundamente la noción de neurosis es que se trata de una forma de existencia patológica que semeja la existencia normal. En un simulacro de existencia normal (y encontramos aquí la intuición primera y fundamental de la artificialidad de la neurosis). De tal suerte que el gran problema que plantea la neurosis es el diagnóstico con las modalidades infinitas de existencia normal.
Una existencia normal vive y se organiza a nivel de la coexistencia y de las relaciones éticas, estéticas y afectivas con los demás como una constante problemática de la angustia. Puesto que la angustia humana, según la frase de KIERKEGAARD, es la angustia de nuestra libertad. Pero un hombre normal resuelve esta problemática trascendiendo la angustia en la acción y en todo caso arrancándose de lo imaginativo.
Una existencia neurótica es, al contrario, una existencia que se aparta de la “Realangst” (angustia real) para perderse en una problemática imaginativa bajo la condición general de su impotencia radical de existir realmente.
Unas veces, y es el caso más frecuente, el neurótico es un hombre que tiene miedo de sí mismo o de lo que en el fondo de sí representa la situación arcaica de su angustia primitiva que está ligada a las primeras relaciones de objeto. Es un ansioso cuyo miedo (que constituye un temor a la enfermedad, a la vida, al amor o la muerte) puede ir hasta la fobia que simboliza el objeto.
Otras veces, y entonces tenemos las neurosis bien estructuradas, hiperestructuradas, la neurosis construye contra su angustia procedimientos y técnicas que constituyen lo que se llama generalmente los “mecanismos neuróticos”.
En esas estructuras son fundamentales:
1) En una de ellas (neurosis obsesiva) la angustia llega a neutralizarse con sus técnicas mágicas de tabú y se constituyen en un sistema de defensa, en un mundo de interdicciones en el cual el obseso se sitia a sí mismo.
2) En la otra (neurosis histérica) la angustia se desplaza y se disfraza. El neurótico substituye su angustia por un simulacro somático o psicomotor que utiliza las expresividad ya no como un medio sino como un fin.
Y llegamos así hasta el corazón de la estructura más profunda del mundo de las neurosis: el de la teatralidad de la existencia.
La persona es una máscara, pero una máscara que refleja las otras máscaras, las de las personas que entran en nuestra existencia.
El neurótico no se desenmascara más que para disfrazar toda su existencia.
La máscara cae, pero entonces cae él mismo en lo imaginativo.
No cae como el soñador que vive en el fondo de su conciencia desestructurada, las imágenes de su sueño.
No cae como el esquizofrénico que se encierra y se entierra en el mundo de sus fantasmas.
Es como el actor que desempeña un papel en la teatralidad de una existencia ficticia.
RESUMEN
Se señala la evolución de los conceptos sobre la naturaleza y la patogenia de las neurosis, en las que debe distinguirse tres grandes tipos: neurosis de angustia y las fobias, neurosis obsesivas y neurosis histéricas. Las neurosis de órganos, estudiadas por la medicina psicosomática, entran dentro de las neurosis de conversión histéricas o son del dominio de la patología interna. La neurosis altera la coexistencia afectiva y social, es una malformación o una desorganización del ser psíquico, es malestar existencial que refleja simbólicamente el mundo de fantasmas inconscientes, es una forma de existencia patológica más o menos enquistada que simula una existencia normal.
SUMMARY
The evolution of the concepts of the nature and pathogenesis of neuroses are discussed. Three main types are distinguished: anxious and phobic, obsessive and hysterical neuroses. Organ-neuroses, studied by psychosomatic medicine, belong to internal medicine or to the conversion hysterical neuroses. Neuroses alters the affective and social coexistence, it is a malformation or a disorganization of the psyche, an existential malaise that symbolically reflects the world of unconscious ghosts, a pathological form of existence, more or less encysted, simulating normal existence.
RESUMÉ
On s’occupe de l'évolution des idées sur la nature et la pathogénie des névroses, parme les quelles on doit distinguer trois groups principaux: névroses d'angoisse, névrose obséssives et névroses hystériques. Les névroses des vi scéres, étudiés par la médecine psychosomatique, entrent dans las névroses de conversion hystériques ou appartiennent au domaine de la pathologie interne. La névrose altére la co-existence affective et sociale; ellé représente une malformation ou une désorganisation de l'être psychique, c’est un malaise existentiel qui reflete symboliquement le monde des fantômes inconscients et une forme pathologique d’existence plus on mois enkystée, qui simule une existence normale.
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ResponderEliminarMira tú, Martín, el nivel de aquellos "monstruos" que publicaban entonces en la Revista de Neuropsiquiatría, y compara con el nivel de aquellos que, de una u otra manera, la han dejado morir -comentario sin más comentarios, para evitar epítetos-.
ResponderEliminarFue una sorpresa encontrar un artículo de Henry Ey en la RNP. Lástima que, no sé en que momento exactamente, la revista perdió su rumbo (¿atelesis?)
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