Esta semana falleció el entrañable maestro Grover Mori, quizás el último de los
alumnos directos de Honorio Delgado. En el tiempo de la residencia, cuando nos
preguntaba algún dato sobre la historia clínica de algún paciente y el paciente
no había respondido, le decíamos "el paciente no da ese dato" o "el paciente no
colabora" o "el paciente no habla". Sonreía y decía que si el paciente que no
hablaba por lo menos debían hacerse 20 páginas de historia (el número exacto de
páginas fue cambiando entre la versión original y lo que nosotros nos
repetíamos).
Pensábamos que era una exageración, hasta que un día, en nuestros
seminarios de lunes por la tarde en su consultorio de Lince, nos mostró la
historia de un paciente que él había hecho cuando era alumno. No recuerdo
exactamente el número de páginas, sólo que era muy extenso y tenía correcciones
de Honorio Delgado. Le pedimos que nos permitiera sacar una fotocopia, a lo que accedió con el compromiso de devolverlo a la siguiente semana.
En aquel tiempo traté de digitalizar y pasar a texto la historia, las aplicaciones de lectura de caracteres (OCR) no era como las de ahora y daban un aproximado, así que era necesario revisar hoja por hoja. Fui digitalizando y actualizando cada cierto tiempo, entre mudanzas debe andar el original, pero no quería pasar la oportunidad de recordarlo con el legado que nos deja. Una parte de lo que pasé lo comparto en el blog y espero encontrarlo en algún momento. En este extracto podemos leer como un paciente que se niega a conversar con un alumno puede terminar hablando, que pueda que sea dificil seguir una estructura y que hay que terminar adaptándose a la situación. Un abrazo grande Maestro.
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